Cuando Maria Montessori creó la Casa dei Bambini en Roma, tras pasar por la experiencia con los niños discapacitados, ella estaba muy feliz.
Era el día 6 de enero de 1907. Por fin ella tendría la oportunidad de llevar su método a niños normotípicos, que nunca habían estado en ningún colegio. Así ella podría comprobar si también tendría éxito con este grupo, lo que ella ya estaba sospechando que sí.
Como era justo el día de la Epifanía, Maria Montessori, en su discurso de inauguración, declaró algunas palabras de la Biblia que la prensa y los políticos presentes pusieron mala cara. Más tarde, ella diría: "no sé que me pasó, pero tuve una visión e, inspirada en ella, me inflamé y dije que aquel trabajo que estábamos iniciando resultaría ser muy importante, y que un día la gente llegaría de todo el mundo para verlo" ("El Niño es el Maestro", Cristina De Stefano).
La primera Casa dei Bambini no era perfecta. Tenía muebles viejos, desparejados, pupitres de segunda mano... pero Maria estaba pletórica, colgó la imagen de La Virgen de la Silla en la pared, y sabía que algo muy bueno estaba por venir.
Fue así que a los pocos ella mandó construir las sillas y mesas bajas, las estanterías largas y bajas, y a los pocos también los materiales basados en el trabajo de Séguin y más adelante ella fue confeccionando sus propios materiales.
Y ella acertó, luego vinieron periodistas incluso de otros países ver "el milagro Montessori" y fue así que su método cruzó el Atlántico y acabó por difundirse por varios países.
Cada día, cuando una familia decide implementar Montessori en su crianza, o cuando una profesora valiente decide llevar el método a sus alumnos de la escuela pública, es así que empezamos: de una manera imperfecta y con lo que tenemos.
Pero el secreto es seguir adelante, confiar en el niño, no desistir y especialmente, no desistir de nosotras mismas.
Porque si hay algo que veo mucho, cuando hablo con otras mamás que desean llevar Montessori a sus hijos, es que hay una gran falta de fe en ellas mismas. A veces más que en sus hijos.
Me gustaría darte el poder de creer en ti misma. Porque yo sí creo en ti.
Creo en todas las mamás y profesoras valientes que saben que Montessori es la respuesta para todos los problemas de la educación.
Tu hijo, tu alumno, también cree en ti.
Tienes una fuerza muy grande dentro de tu corazón: se llama amor.
Y esta fue la misma fuerza que creó el Universo.
Siempre que una madre tiene un bebé, es como si ella estuviera pariendo un pequeño pedazo del Universo.
Nuestros niños tienen un poder inmenso dentro de ellos.
Ellos nacen sin saber andar, hablar... pero en un año ya pueden caminar, tras caerse muchas veces.
Con un año y medio, dos años, saben hablar, uno de los procesos más difíciles que el ser humano emprende.
Logran gracias a su Mente Absorbente, una máquina perfecta que les ayudará adaptarse a ese mundo al cual acaban de llegar.
Después de andar y hablar, aprenderán muchísimo más: a abrir y cerrar cerraduras sofisticadas, a vestirse, calzarse, comer solos, hacer mezclas, sujetar objetos muy pequeños, encajar, empillar... luego podrán formar palabras. Hacer relaciones matemáticas. Sumar, restar. Multiplicar. Dividir.
En tan solo 6 años el niño pasa de ser un "ser desvalido" a un ser fuerte, que se comunica como un adulto, razona como él y puede hacer casi todo que un adulto hace.
Es maravilloso el poder que el niño tiene.
Pero para que ese poder salga a la luz él depende te ti, mamá.
De ti, profe.
Él depende de un adulto que le conozca, que confíe en él, que le ame muchísimo, y que sabe que él es capaz.
Tu niño es capaz de muchas cosas.
Tú también lo eres.
Y eres la persona que él necesita para realizar su obra.
Enséñame a Hacerlo Sin Tu Ayuda
Tras mas de un mes hablando casi a diario del nuevo curso de Nuestros Momentos Montessori, esta es la última newsletter que recibirás sobre él.
Ya te he explicado cómo funcionará, el temario, los ejercicios y presentaciones, el objetivo, para quién está destinado... todo.
También ya sabes que empezamos este jueves y que la promoción de lanzamiento termina hoy a medianoche (hora española).
Te pido disculpas si fui muy cansina (mucha gente dejó de seguir esa newsletter esos días), pero lo que quería, de verdad, era que entendieras que puedes dar una educación Montessori a tu hijo, eres capaz de hacerlo, y él o ella es capaz de aprenderlo.
Estoy segura de que este curso será maravilloso y que te preparará para vivir experiencias aún más maravillosas con tu niño, o niña.
Cuando digo que a mí me gustaría haber tenido la oportunidad de tener un curso Montessori como ese cuando mi hijo tenia 2 años no es una manera de decir, no es un discurso para venderte un curso, nada de eso. Es porque es verdad.
Dejé mi trabajo, e incluso muchas veces dejé mi hijo de lado, por un sueño: de llevar Montessori a todas las partes. Porque estoy convencida de que es la respuesta para los problemas de educación que tenemos y porque es capaz de cambiar el mundo.
A veces me siento triste cuando envío un whatsapp a una persona que hizo el curso gratuito o que estuvo en la masterclass Entiende el Niño de 3 a 6 años y que ella no me conteste. Porque de verdad me gustaría ayudarla.
En fin, me quedo con el positivo, creo que fue un mes de mucho trabajo pero ahora viene la parte bonita: sembrar Montessori junto a esas madres y profesoras jóvenes que me harán recordar cuando empecé, en 2013.
Mal puedo esperar que empiece.😍
Y no te preocupes, no daré más la tabarra con el curso😁, pero seguiré enviándote newsletters sobre Montessori (3 a 6 y también 6 a 12 años), Disciplina Positiva, y mis recientes estudios sobre la etapa de la adolescencia. ¡Está siendo fascinante!
Muchas gracias!🙏
Para encerrar te dejo el botón por si acaso decides en un último momento realizar la compra del curso. Los precios son válidos solo hasta medianoche (hora española) y las clases empezarán el jueves 18 de abril. La fecha límite para acceder al curso, una vez empezado, es hasta 2 de mayo, cuando las inscripciones serán definitivamente cerradas.
Espero que tengas una muy feliz semana al lado de tus seres queridos, especialmente de tus niños.
Un abrazo
Alessandra
